Ander Valverde es un tipo cercano, al que le gusta más escuchar la voz de alguien que leer sus letras en una pantalla. De la gente que se sienta a charlar y a escuchar, a todo el mundo. Hace ya 15 años inició el proyecto de Green Valley, una banda de música reggae (entre otros muchos estilos) que ha ido creciendo, del mismo modo que el número de seguidores.
Green Valley creció en el Rototom, y este festival ha crecido con ellos, ahí estarán este año en un espectáculo en que les acompañarán algunos de los más grandes artistas del mundo. Y sin embargo mantienen la frescura y las ganas como el primer día. Eso sí, de un modo más maduro, que les permite disfrutar el momento y reflexionar sobre cosas importantes de la vida.
Charlamos sobre temas muy variados que se ven reflejados en las letras de su último trabajo, “Bajo la piel”. De cómo la luz puede servir para hacer despertar las conciencias, y de cómo tocar con la banda, supone la responsabilidad de hablar de todas las cosas buenas que existen y de la gente que lucha por el bien global.

Con Egoi Suso, productor audiovisual, que ha creado muchos de los videoclips de Green Valley, pudimos hacer un repaso al trabajo que llevan años realizando mano a mano con Ander, y sobre el documental “Donde irán” que habla de la historia de Mamadou, quien tras vivir el drama de los jóvenes africanos que emigran a Europa, y tras sufrir la pérdida de familiares y amigos, ahogados en las olas del mar, decidió volver a Senegal, y comenzar en su pueblo, Gandiol, un proyecto de integración de los jóvenes del lugar, para crear oportunidades y crecimientos personales que consigan evitar en parte la tragedia de tener que marchar de su propio hogar.

La dureza con qué la sociedad trata a estos jóvenes, y el contraste de la colectividad de la vida en África, es algo que queda a la vista en el documental y en el videoclip de la canción que lleva el mismo nombre; “Dónde irán”.
Repasando el nuevo álbum, Bajo la Piel, Ander, Egoitz y Jonathan, nos contaron cómo surgió la colaboración con el Zatu de SFDK, y cómo las mejores canciones salen cuando se juntan las energías y la inspiración, y así surgió “Nunca pararé”, un temazo que combina una letra potente y una melodía muy pegadiza, con la voz curtida de Zatu que aporta un tono personal con su rapeo.
Pasamos un poco de la gente qué como “Don Ramiro”, se avergüenza de que les vean saludando, hasta cómo esto pueda estar causado por el silencio mediático que sufren las bandas reggae y otras músicas reivindicativas en nuestro país. De cómo la, palabra que nos recuerda Egoitz; “aporafobia” o el miedo a los pobres, aleja a la gente de las personas que por un revés en la vida, lo han perdido todo. De cómo no les cruzamos la mirada, o de cómo lo hacemos para mirarles como si fuera “El Criminal”. Esta canción, de hecho, nos cuenta Ander que será el nuevo proyecto en el que están ya trabajando con gente de Madrid y Barcelona, y esperan hacer un trabajo parecido al que ya hicieran en Senegal.
Hicimos cómo no un repaso a su música y de dónde se ha ido nutriendo, y como dijo Jonathan, el mismo reggae es un estilo que proviene de ritmos distintos, africanos, americanos, etc, y del mismo modo Green Valley se nutre de todo tipo de música que escuchan, puesto que no entienden la vida sin ella. Una vida que cambia cuando la manada aumenta, y fruto de ello nacen canciones tan hermosas como “Sol y luna”, o “La niña de la plata”.

La charla siguió, y habría seguido durante horas, si no fuera por las lógicas limitaciones de Chronos, pero Kairós nos habría hecho seguir escuchando sus palabras durante un buen rato. Hablando de lo que realmente importa en esta vida, y de cómo resume Ander sus creencias en sentir el viento en la cara, el sol, la naturaleza y la gente que le rodea. Si bien comparten grandes valores con el rastafarianismo, son conscientes que no han bebido de esa fuente; tienen muy claros sus orígenes, pero también sus valores.
Y de cara al futuro, cuando hablaban se les veía la chispa en los ojos de aquél que tiene entusiasmo por lo que hace y disfruta de ello. Sin embargo sí que vimos esta madurez en el tempo que le aplican a su carrera ahora mismo, cosa que les permite seguir siendo ellos mismos, haciendo lo que quieren, sin claudicar a nada, y crear nuevas canciones, cada vez mejores, pero sin olvidar auténticas joyas que su discografía ya ha guardado para la memoria musical de todos.

Como digo, habríamos seguido, pero su gira también sigue, y de hecho mañana viernes 26 estarán en el magnífico auditorio natural de Lanuza, tocando en el Festival Pirineos Sur, compartiendo cartel con figuras como Third World o el mismísimo Lee “Scratch” Perry. Y seguirán por lo menos hasta final de año, presentando el último disco “Bajo la Piel“.