Moondo, un concepto en movimiento

Las cosas se han puesto muy fáciles para el turista perezoso y apresurado. En Internet pululan mapas, listados, cuadros comparativos de precios de hoteles, restaurantes, parques temáticos y hasta museos. Sin negar la utilidad objetiva de esta avalancha de información en términos de funcionalidad y conveniencia, también es cierto que este fast food de la experiencia turística deja casi siempre una gran insatisfacción en el paladar del viajero. En lo que encontramos en la red, hay escasez de aromas y sabores, consistencias y texturas, y en cambio sobran efectos especiales inmediatos, como en las palomitas o los inflados helados industriales.
Moondo, con una actitud romántica, ha querido huir de ese coro, ese clamor, esa velocidad endiablada del todo aquí ahora y sin problemas. Frente al viaje monovolumen y monorraíl al uso, esta nueva propuesta de revista de viajes nos invita a recuperar una dimensión más calmada y sugerente: como decía hace poco Baricco, habla de un viaje para viajeros pacientes. En una época de infantilización y masificación del turismo, los autores de esta prometedora revista se dirigen a un lector adulto, que no quiere platos precocinados ni hit parades homogeneizadas de lo que puede verse y hacerse en un destino. Un lector curioso, que lee, escucha y sobre todo siente el placer de un viaje posible y atractivo, pero sin los atajos del consenso y la indicación inmediata.